(Viena, 1926 - Bremen, 2002) Pedagogo y ensayista mexicano de origen
austríaco. Alentado desde su temprana juventud por una viva curiosidad
humanística, cursó estudios superiores de Teología y Filosofía en la
Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, para acabar completando su rica
formación académica en la Universidad de Salzburgo.
A los veinticinco años de edad, en busca de mayores posibilidades
profesionales, emigró a los Estados Unidos de América y, merced a sus amplios
conocimientos teológicos, ejerció durante algún tiempo como asesor pastoral en
Nueva York; pero pronto habría de romper sus vínculos con la jerarquía
eclesiástica, ya que sus teorías pedagógicas, muy agresivas con cualquier forma
de poder institucional, se mostraban especialmente críticas con la Iglesia
católica y con el protagonismo que ésta había venido desempeñando durante
siglos en materia educativa.
En 1956 se trasladó a Puerto Rico para ocupar el cargo de vicerrector de
la Universidad de Ponce (de filiación católica), y, tras permanecer en la isla
antillana por espacio de cuatro años, se consagró a la redacción y difusión de
sus radicales ideas pedagógicas por todo el ámbito hispanoamericano, donde
pronto alcanzó un notable prestigio que le condujo, entre otras ocupaciones, a
asesorar directamente la política educativa del gobierno boliviano presidido
por Alfredo Ovando Candía (actividad en la que colaboró con el brillante
pedagogo brasileño Paulo Freire). En 1971, ya con algunos títulos publicados,
Iván Illich fue uno de los fundadores del Centro Intercultural de Documentación
de Cuernavaca (México).
Entre sus obras más influyentes en los estudios pedagógicos del último
tercio del siglo XX, figuran algunos títulos tan notables como La escuela, esa
vieja y gorda vaca sagrada (1968), Una sociedad sin escuela (1971),
Herramientas para la convivencialidad (1973), Energía y equidad (1973), Némesis
médica: la expropiación de la salud (1975), Educación sin escuelas (1975), La
sociedad desescolarizada (1978), La escuela y la represión de nuestros hijos
(1979) -escrita en colaboración con Hildegard Lüning-, Shadow-work (1981),
Producir (1982), Ecofilosofías (1984), En América Latina, ¿para qué sirve la
escuela? (1985), La educación (1986) -escrita en colaboración con el citado
Paulo Freire-, y H2O y las aguas del olvido (1989).
La tesis fundamental que alienta todas estas obras afirma que ninguna de
las instituciones tradicionales de la sociedad industrial se adecua a las
necesidades reales del mundo actual, por lo que es necesaria una revisión de
todas ellas, empezando por la que Iván Illich considera como la más perniciosa:
la escuela.
Según el radical pensador mexicano, la educación pedagógica sostenida
institucionalmente por la escuela tradicional se ha convertido en una mercancía
carente de valores éticos y concebida únicamente como un hábil instrumento para
la formación de escolares utilitaristas y competitivos.
Para poner fin a esta constante inmersión de los educandos en los
dominios de la agresividad materialista, Iván Illich propone el aprovechamiento
de otros "canales del saber" que, en su opinión, deberían servir de
alternativa a la anquilosada rigidez de la escuela institucional y la política
educativa implantada en todas las naciones de Occidente. Y es en este marco concreto
donde surge su propuesta pedagógica más radical y revolucionaria, la denominada
"corriente de desescolarización", que comienza por establecer de
forma tajante que la mayor parte de los conocimientos útiles para un individuo
de la sociedad contemporánea se adquieren fuera de la escuela (es decir, en
contacto directo con el entorno familiar, las experiencias sociopolíticas y las
vivencias culturales).
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